Vladimir Cerrón Rojas
Fenómenos aparentemente inofensivos y lejanos para el Perú pero, de vital y trascendental importancia para las presentes y futuras generaciones connacionales, están ocurriendo en América Latina. La reciente invasión al Ecuador, debe llevarnos a las reflexiones siguientes:
El capitalismo se inició en Europa con la acumulación originaria del capital habiendo recorrido por la Etapa premonopólica, caracterizada por la cooperación capitalista simple, la manufactura y la Revolución Industrial y la Etapa monopólica o imperialista que abarca desde el siglo XIX hasta hoy, caracterizada por la exportación de capitales, el reparto económico del mundo y la aparición del sistema colonial. Nuestro continente enfrenta esta última etapa y tercera fase.
Los países colonialistas, han extendido sus fronteras primero, mediante las concesiones y posteriormente mediante las adquisiciones en propiedad, facilitado por leyes similares a la “La Ley de la Selva”. Esta afirmación no solamente es sustentada por ideologías “atrasadas” sino, también por ideologías de derecha. Basta leer con atención a J.A. Hobson (Imperialism. A Study) donde demostró que las adquisiciones territoriales inglesas sumaban en Egipto, África y Asia a trece millones ochocientos mil km2. Una extensión astronómica frente a su territorio primario. Le siguen Francia, Bélgica y Alemania.
Este designio se estaría cumpliéndose en América. EEUU anexó a su territorio Texas, California y Nuevo México, y la extensión de la Base Naval de Guantánamo en Cuba, entregada por la Enmienda Platt (1901). Si nos atrevemos a más, tendría que sumar a Puerto Rico, donde gran porcentaje de su población tiene ciudadanía norteamericana.
La existencia de las Bases de la DEA en el Perú, desde hace varios años, no han eliminado el problema del narcotráfico, por el contrario lo han fortalecido y están atacando con más puntería a nuestras FFAA y FFPP. EEUU se niega a aplicar políticas enérgicas contra la lucha a este delito en su país, declarando la pena capital para otras cosas. Tampoco erradica el mercado principal situado en su territorio. Al parecer, la existencia del narcotráfico le garantizaría la permanencia de dominio territorial peruano. Así, estamos al acecho de convertirnos en colonia en cualquier momento con igual suerte de Ecuador, Bolivia, Venezuela y la misma Colombia.
El Plan Colombia (80 mil hombres en Surinam y Guyana), le otorgaría el derecho de traspasar impunemente cualquier frontera, con pretexto de eliminar a las FARC o cualquier movimiento que considere narcoterrorista. Es decir, si las FARC huyen hasta Huancayo, ellos están en el derecho de bombardear Huancayo.
Los textos de los EEUU (adjunto el documento), utilizados en la Junior High School (6 grado de primaria), contemplan: “La localización de la Primera Reserva Internacional de la Floresta Amazónica (FIRAF) formando parte de ocho países de América del Sur: Brasil, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guyana Francesa”. Continúa en la página 76 del libro “Introducción a la Geografía” del autor David Norman: “Desde mediados de los 80, la más importante floresta del mundo, pasó a ser responsabilidad de los EEUU y de la ONU. Es llamada FIRAF y su fundación fue dada por el hecho de que la Amazonía está localizada en América del Sur y cercada por países irresponsables, crueles y autoritarios. La creación del FIRAF, apoyada por las naciones del G-23, fue una misión especial para nuestro país y un regalo para todo el mundo, visto que la posesión de estas tierras tan valiosas en manos de pueblos y países tan primitivos condenarían los pulmones del mundo con la desaparición y total destrucción en pocos años”. Esto les ha “permitido” modificar el mapa latinoamericano, amputando al Perú la región Loreto en cerca del 60%, la totalidad de Ucayali y Madre de Dios. También se involucran, en menor grado, parte de las regiones Amazonas, San Martín, Junín y Cuzco, creando condiciones subjetivas para la futura colonización oficial.
Nuestras empresas estratégicas, que ningún país entregaría, están en manos extrajeras, como el gas, la electricidad, las minas, turismo internacional (Machu Picchu), etc. Más adelante el gas de Camisea y el lago Titicaca, pueden ser entregados bajo la política del “Perro del Hortelano”.
La invasión al Ecuador, es la praxis del Plan Colombia, por ello es importante la solidaridad con ese país, debiendo quedar el precedente de la protesta latinoamericana, sino seríamos cuál “país bananero”. La solidaridad es un arma fundamental, más aún cuando Ecuador ni otro país de nuestro continente, está en condiciones bélicas de enfrentar a los EEUU.
Fenómenos aparentemente inofensivos y lejanos para el Perú pero, de vital y trascendental importancia para las presentes y futuras generaciones connacionales, están ocurriendo en América Latina. La reciente invasión al Ecuador, debe llevarnos a las reflexiones siguientes:
El capitalismo se inició en Europa con la acumulación originaria del capital habiendo recorrido por la Etapa premonopólica, caracterizada por la cooperación capitalista simple, la manufactura y la Revolución Industrial y la Etapa monopólica o imperialista que abarca desde el siglo XIX hasta hoy, caracterizada por la exportación de capitales, el reparto económico del mundo y la aparición del sistema colonial. Nuestro continente enfrenta esta última etapa y tercera fase.
Los países colonialistas, han extendido sus fronteras primero, mediante las concesiones y posteriormente mediante las adquisiciones en propiedad, facilitado por leyes similares a la “La Ley de la Selva”. Esta afirmación no solamente es sustentada por ideologías “atrasadas” sino, también por ideologías de derecha. Basta leer con atención a J.A. Hobson (Imperialism. A Study) donde demostró que las adquisiciones territoriales inglesas sumaban en Egipto, África y Asia a trece millones ochocientos mil km2. Una extensión astronómica frente a su territorio primario. Le siguen Francia, Bélgica y Alemania.
Este designio se estaría cumpliéndose en América. EEUU anexó a su territorio Texas, California y Nuevo México, y la extensión de la Base Naval de Guantánamo en Cuba, entregada por la Enmienda Platt (1901). Si nos atrevemos a más, tendría que sumar a Puerto Rico, donde gran porcentaje de su población tiene ciudadanía norteamericana.
La existencia de las Bases de la DEA en el Perú, desde hace varios años, no han eliminado el problema del narcotráfico, por el contrario lo han fortalecido y están atacando con más puntería a nuestras FFAA y FFPP. EEUU se niega a aplicar políticas enérgicas contra la lucha a este delito en su país, declarando la pena capital para otras cosas. Tampoco erradica el mercado principal situado en su territorio. Al parecer, la existencia del narcotráfico le garantizaría la permanencia de dominio territorial peruano. Así, estamos al acecho de convertirnos en colonia en cualquier momento con igual suerte de Ecuador, Bolivia, Venezuela y la misma Colombia.
El Plan Colombia (80 mil hombres en Surinam y Guyana), le otorgaría el derecho de traspasar impunemente cualquier frontera, con pretexto de eliminar a las FARC o cualquier movimiento que considere narcoterrorista. Es decir, si las FARC huyen hasta Huancayo, ellos están en el derecho de bombardear Huancayo.
Los textos de los EEUU (adjunto el documento), utilizados en la Junior High School (6 grado de primaria), contemplan: “La localización de la Primera Reserva Internacional de la Floresta Amazónica (FIRAF) formando parte de ocho países de América del Sur: Brasil, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guyana Francesa”. Continúa en la página 76 del libro “Introducción a la Geografía” del autor David Norman: “Desde mediados de los 80, la más importante floresta del mundo, pasó a ser responsabilidad de los EEUU y de la ONU. Es llamada FIRAF y su fundación fue dada por el hecho de que la Amazonía está localizada en América del Sur y cercada por países irresponsables, crueles y autoritarios. La creación del FIRAF, apoyada por las naciones del G-23, fue una misión especial para nuestro país y un regalo para todo el mundo, visto que la posesión de estas tierras tan valiosas en manos de pueblos y países tan primitivos condenarían los pulmones del mundo con la desaparición y total destrucción en pocos años”. Esto les ha “permitido” modificar el mapa latinoamericano, amputando al Perú la región Loreto en cerca del 60%, la totalidad de Ucayali y Madre de Dios. También se involucran, en menor grado, parte de las regiones Amazonas, San Martín, Junín y Cuzco, creando condiciones subjetivas para la futura colonización oficial.
Nuestras empresas estratégicas, que ningún país entregaría, están en manos extrajeras, como el gas, la electricidad, las minas, turismo internacional (Machu Picchu), etc. Más adelante el gas de Camisea y el lago Titicaca, pueden ser entregados bajo la política del “Perro del Hortelano”.
La invasión al Ecuador, es la praxis del Plan Colombia, por ello es importante la solidaridad con ese país, debiendo quedar el precedente de la protesta latinoamericana, sino seríamos cuál “país bananero”. La solidaridad es un arma fundamental, más aún cuando Ecuador ni otro país de nuestro continente, está en condiciones bélicas de enfrentar a los EEUU.
2 comentarios:
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