La Organización Mundial de la Salud ha declarado que los tres principios elementales que garantizan la equidad sanitaria en el mundo son la universalización, la accesibilidad y la gratuidad de los servicios de salud. Sin estos tres elementos sería imposible el accionar del engranaje biológico, psicológico y social del hombre. A ningún peruano se le niega el ingreso en algún hospital o clínica del país, claro que pueden ir, ¿quien les prohibiría su admisión?: nadie. La universalización es parte del problema, diría resuelto hace mucho tiempo en el Perú y su materialización exige solamente la promulgación de la ley. Lo candente está en la accesibilidad y la gratuidad de la salud. Veamos:La accesibilidad incumbe vencer las barreras geográficas, culturales y sobretodo económicas para acceder a una salud decorosa. Si el paciente podrá transportarse desde lugares inhóspitos hasta un centro especializado; si tendrá la suficiente cultura en un país que formula sus políticas en lengua hispana, etnocentrista y urbana; si se respetará la interculturalidad andina o amazónica; si respetarán su decisión de planificación familiar; si tendrá derecho a la interrupción legal del embarazo indeseado; si será acreedor a una tecnología de punta o un médico especialista; si tuvo acceso a la educación (el analfabetismo es causa de no interpretar una enfermedad); si realizó la respectiva denuncia policial para acceder a los derechos del SOAT; etc. Muchos factores intervienen en la accesibilidad a los servicios de salud. Para ejemplo: Justicia Paz y Vida es el mayor asentamiento humano que existe en Huancayo, pregunto: ¿De qué le sirve a este asentamiento que enfrente exista un moderno hospital, supuestamente con tecnología de punta, harto de especialistas, con ambulancias estacionadas esperando al enfermo, si el 78% de sus habitantes no pueden acceder a él por el simple hecho de no tener un trabajo formal o no tener el privilegio de ser cónyuge de un titular? ¿De qué sirve que declaren la universalización de la salud? Entonces enfrentamos el problema de accesibilidad a los servicio de salud y lo que el Congreso debía legislar es como hacemos para que ésta sea un derecho.La gratuidad es el otro factor importante y nunca dispuesto a afrontar por nuestro país, pues este derecho no debía ser un elemento ajeno al engranaje de la universalización y la accesibilidad Los exámenes de laboratorio, los rayos X, ecografía, tomografía, resonancia, medicina, operaciones, rehabilitación, etc., ¿quien los paga? Hacer préstamo, hipotecas, prenda o la famosa pollada pro salud en el barrio, se han convertido en una iniciativa popular basada en la solidaridad. Así es, señor Ministro, la salud del pueblo se resuelve a base de polladas. En una encuesta el 82% de los peruanos refiere no haber visitado al médico por falta de dinero y con ironía el presidente García ha dicho: el año 2008 será el año del aseguramiento universal en salud, sin embargo, la Ley de Universalización de la Seguridad Social y Aseguramiento Universal en la Salud no es una iniciativa gubernamental, sino del Foro Salud y del Colegio Médico del Perú, quienes reunieron 60000 firmas de ciudadanos para impulsar la iniciativa. Ahora, hace falta que esta tan difundida universalización de la salud no venga con una trampa por detrás, como suelen ser las últimas leyes, si meditamos un poco quien pagaría la salud de todos los peruanos, la respuesta debiera ser los propios peruanos. Pero como podría ser cierto esto si esta aumentando la cifra de desempleados a diario, si enfrentaremos un TLC que arruinará la economía de los pequeños y medianos agricultores (mayor fuerza laboral de la patria), descendiendo su capacidad adquisitiva. ¿Cómo enfrentar la gratuidad, si la libra de cobre ha bajado de 4 a 0.80 dólares? ¿Cómo si en dos años y medio de bonanza (dicho por el gobierno) no se ha resuelto la accesibilidad y gratuidad en salud, cuál es la garantía de hacerlo en dos años y medio de crisis internacional, cuyos estragos ya nos golpean? Esperamos que la solución a la universalización de la salud no pase por el obligado rubro público-privado, que sólo asegurará a una población con posibilidades de pagarlo, pues los beneficiarios serían los que tienen posibilidades económicas y por ende, serían la población que menos se enferma, un negocio redondo para las aseguradoras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario