domingo, febrero 22, 2009

SOBRE EL PERIODISMO Y EL PSEUDOPERIODISMO

Vladimir Cerrón Rojas

Decía un filósofo: “Los hombres han sido siempre en política víctimas necias del engaño de los demás y del engaño propio, y lo seguirán siendo, mientras no aprendan a discernir detrás de todas las frases, declaraciones, promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase”.

Atendiendo a los razonamientos de Camilo Taufic, no hay inocencia ni neutralidad en la información, pues es un axioma admitido por las corrientes progresistas y negada por el neoliberalismo cuando apela al concepto trajinado de la “libertad de prensa”.

El poder, siempre tendrá el control de los medios de comunicación. El periodismo, es inseparable de los intereses de clase (opresora u oprimida). Por tanto, no puede estudiarse, desvinculándola de los problemas de dirección social o las relaciones del poder.

Para ello no basta conocer técnicas de comunicación, sino contar con el poder ECONÓMICO Y POLÍTICO necesarios. Un diario progresista en un país neoliberal es poco probable que cuente con los mejores redactores, le será difícil poseer una imprenta con alta tecnología, contará con una distribución poco eficiente, estará excluido de publicidad necesaria, quedará fuera de la competencia y finalmente enfrentará problemas jurídicos, censura, multas, clausuras, embargo y destrucción por bandas armadas.

El periodismo en nuestra sociedad ha devenido en una degeneración mayor, proclaman la famosa “libertad de prensa” y al saber que dichos medios juegan un papel decisivo en la difusión de ideas, estados de ánimo y actitudes derivadas de una ideología, se venden al mejor postor. Lo más cuestionable es que, muchos de ésos pseudoperiodistas pertenecen a la clase social explotada y pasan a ser el títere de los opresores, contra su propia clase.

Pues, la “libertad de prensa” es un concepto inventado por las clases dominantes y bajo este camuflaje esconden sus libertades de ganancia ilimitada, explotación humana y libertad de engañar al pueblo. Esta libertad de prensa es la piedra angular de los que detentan el poder, pueden incluso permitir críticas a su sistema y de esa forma EVITAN estallidos de desorden mayor. Pero la misma puede alcanzar un punto crítico y cuando se torna amenazadora, se suprime sin vacilaciones la prensa opositora y la propia, elimina la supuesta imparcialidad o libertad de los diarios.

El periodismo es parte singular de la superestructura, pues al expresar y formar ideas, los juicios y opiniones, no está ligado sólo con la ideología política, sino que está vinculado también a todas las demás esferas, reflejando y formando la conciencia jurídica, moral, estética, religiosa, antirreligiosa, en suma, la concepción del mundo de la sociedad. Pero su principal misión es la POLÍTICA.

Entonces, ¿Cuál es el camino correcto? Los periodistas deben estimular la alfabetización, educación e información popular. Cuando el pueblo esté mejor educado, se sentirán más presionados a crear una prensa con mejores cualidades, y si no son capaces desaparecerán del “aire”. La prensa progresista debe ser digna, íntegra y autónoma, y estas cualidades redundarán en el respeto de su generación y de las futuras.

En las condiciones actuales, un periodismo progresista tiene el deber histórico de limpiar el espíritu del pueblo, de tanta podredumbre podrida, magalización, malignización, etc., insertada en su conciencia y promocionada desde los pseudoperiodistas.

El periodista progresista debe estar COMPROMETIDO con los pobres. No es un diario neutro, ni cree en la “libertad de prensa”, la “prensa libre” la “neutralidad”, etc. No debe explotar el crimen, el sexo, la calumnia, los deportes, los escándalos, etc., sin medir las CONSECUENCIAS CULTURALES de su difusión, debe buscar la inspiración de confianza, de fe suficiente.

No hay comentarios: