martes, junio 16, 2009

LA OIT Y EL CONFLICTO DE BAGUA


Dr. Vladimir Cerrón Rojas

El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es el instrumento jurídico más completo de carácter internacional y vinculante a las naciones que lo integran. Reconocen los derechos fundamentales de las comunidades indígenas y tribales, garantizando su integridad territorial, cultural, espiritual, organizacional, económica, ecológica, entre otras. Al ser de carácter vinculante, los países que han ratificado su participación, están en la obligación de cumplirlas, aceptando sus resoluciones en rango de ley. El Perú ratificó su participación el 02 de febrero de 1994.

Quienes participan en política deben conocerlo y reconocerlo, y quien osa lo contrario, solo habría conseguido ser observado por la OIT y algo peor, la severa condenación de la historia, como en los hechos lamentables ocurridos en Bagua.

El Estado peruano confundió dos grandes categorías al tejer su estrategia frente a una protesta popular. Confundía pueblo con población, como confundir religión con cristianismo o movimiento social con socialismo. El término de pueblo puede adquirir conceptos, en dependencia del prisma que sea analizado. Para algunos será lo mayoritario, productivo y ayuno de poder, para otros como la OIT será colectivo social con su propia lengua, instituciones, forma de vida, desarrollo económico, territorio y cultura. Es algo más que un simple conglomerado poblacional. En los sucesos de Bagua, el Estado se enfrentó no a la población amazónica, sino a pueblos amazónicos, que hoy en día conocen sus derechos y solicitan la aplicación de los mismos. El Estado subestimó los aportes de la sociología amazónica.

El Estado estaba en la obligación de salvaguardar sus vidas, bienes, trabajo, cultura y su medio ambiente. Según la OIT, el Estado debió comprometerse adecuar la legislación nacional, desarrollar acciones de acuerdo a estas disposiciones, informar periódicamente su aplicación y responder a las observaciones al órgano de control de la OIT.

En las décadas de 1950-1970, el ingreso de las transnacionales caucheras, conllevaron a la extinción de muchas comunidades indígenas y tribales, ahondó las diferencias entre patrones y explotados, no trajo ningún desarrollo asociado a los indígenas y el medio ambiente fue contaminado. Es decir la experiencia fue deplorable. En la selva central de Junín, se vio algo similar, la nación Asháninka, fue desplazada tierra adentro, hasta hoy día, de la capital de Satipo. Contrariamente, la OIT exhorta a los estados la ayuda a eliminar las diferencias socioeconómicas entre miembros indígenas y los demás miembros de la comunidad nacional.

El saldo lamentable de los muertos en el conflicto de Bagua, al momento de someter a la justicia a miembros tribales y del Estado, deberá considerar el Art. 9 de la OIT: “…En cuestiones penales deberán tener en cuenta las costumbres de dichos pueblos en la materia”, al haberse enfrentado a comunidades tribales con cuasi organización y experiencia militar, donde el honor aún sigue siendo un valor innegociable.

La OIT también manifiesta que la exploración y explotación de los recursos naturales en las tierras comunales deberán de protegerse de manera muy especial y que los pueblos tienen el derecho de participar en la utilización, adecuación y conservación de dichos bienes. Si el Estado no consultó a los pueblos, menos tenía la intensión de hacerlas partícipes de los beneficios de la patria amazónica, por considerarlos ciudadanos de segunda categoría y dueños de una propiedad aparente.

De los países firmantes, solamente en Ecuador, Perú, Bolivia y algunos en Brasil, se han dado conflictos serios desde que el neoliberalismo ha puesto sus energías anticipándose en la política, opuesta al Convenio 169 de la OIT, del “Perro del Hortelano”.

¿A quién no le duele Bagua? Cuando le dicen a su gente, soldados valerosos del Cenepa cuando sirven a la patria, pero ciudadanos de segunda clase, cuando reclaman sus derechos comunales y tribales. ¿A quién no le duele Bagua? Cuando para combatir el narcotráfico envían soldados niños al VRAE y para reprimir a los amazónicos les envían las fuerzas especiales de la policía, ¿A quién no le duele Bagua? Cuando congresistas como Meckler y Abuggatas, judío y palestino respectivamente, defienden la soberanía peruana. ¿A quién no le duele Bagua? Cuando el Estado se sienta negociar con los Apus, pero a la vez su Procurador los denuncia por sedición y rebelión. ¿A quién no le duele Bagua? Cuando hay una guerra fratricida, y a unos los llaman asesinados y a otros fallecidos. ¿A quién no le duele Bagua? Cuando el Congreso se resiste a derogar leyes anticonstitucionales.

domingo, febrero 22, 2009

ÉTICA Y SOCIEDAD

Vladimir Cerrón Rojas
La ética como ciencia, debe ser la crítica certera de la sociedad, debe analizar, explicar y proponer alternativas claves para lograr la tan discurseada moralización de la sociedad. Al incluir la sociedad no debe sentirse alguien ajeno a sus cuestionamientos.Debemos recordar que la estructura moral de los pueblos tiene un carácter histórico y que la ética se desarrolla en un plano hasta donde permite la ideología dominante, esto adecua a la gran mayoría de sus componentes a permitirlos; pero existe una minoría dispuesta a cuestionarla. La ética tiene que adecuarse inexorablemente a la época, a cada clase social, región económica, nacionalidad, comunidad o familia.En la sociedad primitiva, lo bueno era todo aquello que contribuya a reforzar la solidaridad del grupo humano (ayuda mutua, trabajo mancomunado, defensa del grupo, etc.). Lo malo era lo que menoscababa la solidaridad del grupo humano. Estas normas se aceptaban por tradición, no había autonomía, cualidades ni responsabilidad individual y la justicia tenía ese carácter, hasta la venganza era colectiva. La moralidad en la sociedad antigua, estuvo sujeta a la aparición de la propiedad individual, intercambio comercial y la aparición de clases sociales. Apareció la doble moral. La moral del hombre libre estimulaba la autonomía, conciencia y responsabilidad individual; lo bueno era la vida intelectual y lo malo el trabajo manual, etc. La moral del esclavo era similar a la del grupo primitivo. Surgen las doctrinas éticas que sostienen que los hombres son libres o esclavos por naturaleza, que esa distinción es justa y útil. La mayoría de los filósofos eran homosexuales, estaban mayormente en contacto con los hombres, la mujer no participaba de la educación doctrinaria, estaba al nivel de esclavo.En la sociedad moderna se caracterizó por el fortalecimiento de los estados organizados; división entre países subdesarrollados e hiperdesarrollados; economía concentrada en grupos de poder; acumulación de riqueza y beneficio individual; asimetría de intereses entre productores y vendedores, dentro de las reglas del mercado; división en clases económicas: empleados y desempleados; trabajo asalariado que limita el desarrollo de las personas al depender de un ingreso fijo.En la sociedad contemporánea la clase dominante propone la necesidad de moralizar la sociedad justificando el desequilibrio de quienes detentan el poder y de quienes dependen de él; sobreestima el trabajo intelectual sobre el manual; alienta el espíritu de posesión, que determina el egoísmo, la hipocresía, el cinismo, etc.; promueve las virtudes de adaptación, humildad, estabilidad y resignación; sostiene que la salud y la educación es un problema individual. La moral de la clase dependiente fomenta una moral solidaria, lealtad, espíritu de sacrificio por mejores condiciones de vida. Pero, ésta misma clase dependiente, contradictoriamente, se adapta a su condición social, por lo que su moral deviene en parasitismo social, doblez, holganza, que desvirtúan su moral. En la sociedad peruana, hoy se discute si debe o no gravarse impuesto tributario a las gratificaciones. El ministro de economía ha dicho que si no se recauda el tributo (540 millones este año) esto devendría en una recaudación menor para los servicios de salud pública y por tanto la clase empleada tiene que aportar al fisco. Pero, el ministro ya no mantiene esa moral patriótica cuando justifica la exoneración de impuestos a las grandes empresas transnacionales (3000 millones de soles anuales), es decir que la clase empleadora esta fuera de su análisis contextual moral. Para unos sí, para otros no. Esta es la doble moral de nuestra sociedad.

Universalización versus accesibilidad y gratuidad en los servicios de salud

Vladimir Cerrón Rojas
La Organización Mundial de la Salud ha declarado que los tres principios elementales que garantizan la equidad sanitaria en el mundo son la universalización, la accesibilidad y la gratuidad de los servicios de salud. Sin estos tres elementos sería imposible el accionar del engranaje biológico, psicológico y social del hombre. A ningún peruano se le niega el ingreso en algún hospital o clínica del país, claro que pueden ir, ¿quien les prohibiría su admisión?: nadie. La universalización es parte del problema, diría resuelto hace mucho tiempo en el Perú y su materialización exige solamente la promulgación de la ley. Lo candente está en la accesibilidad y la gratuidad de la salud. Veamos:La accesibilidad incumbe vencer las barreras geográficas, culturales y sobretodo económicas para acceder a una salud decorosa. Si el paciente podrá transportarse desde lugares inhóspitos hasta un centro especializado; si tendrá la suficiente cultura en un país que formula sus políticas en lengua hispana, etnocentrista y urbana; si se respetará la interculturalidad andina o amazónica; si respetarán su decisión de planificación familiar; si tendrá derecho a la interrupción legal del embarazo indeseado; si será acreedor a una tecnología de punta o un médico especialista; si tuvo acceso a la educación (el analfabetismo es causa de no interpretar una enfermedad); si realizó la respectiva denuncia policial para acceder a los derechos del SOAT; etc. Muchos factores intervienen en la accesibilidad a los servicios de salud. Para ejemplo: Justicia Paz y Vida es el mayor asentamiento humano que existe en Huancayo, pregunto: ¿De qué le sirve a este asentamiento que enfrente exista un moderno hospital, supuestamente con tecnología de punta, harto de especialistas, con ambulancias estacionadas esperando al enfermo, si el 78% de sus habitantes no pueden acceder a él por el simple hecho de no tener un trabajo formal o no tener el privilegio de ser cónyuge de un titular? ¿De qué sirve que declaren la universalización de la salud? Entonces enfrentamos el problema de accesibilidad a los servicio de salud y lo que el Congreso debía legislar es como hacemos para que ésta sea un derecho.La gratuidad es el otro factor importante y nunca dispuesto a afrontar por nuestro país, pues este derecho no debía ser un elemento ajeno al engranaje de la universalización y la accesibilidad Los exámenes de laboratorio, los rayos X, ecografía, tomografía, resonancia, medicina, operaciones, rehabilitación, etc., ¿quien los paga? Hacer préstamo, hipotecas, prenda o la famosa pollada pro salud en el barrio, se han convertido en una iniciativa popular basada en la solidaridad. Así es, señor Ministro, la salud del pueblo se resuelve a base de polladas. En una encuesta el 82% de los peruanos refiere no haber visitado al médico por falta de dinero y con ironía el presidente García ha dicho: el año 2008 será el año del aseguramiento universal en salud, sin embargo, la Ley de Universalización de la Seguridad Social y Aseguramiento Universal en la Salud no es una iniciativa gubernamental, sino del Foro Salud y del Colegio Médico del Perú, quienes reunieron 60000 firmas de ciudadanos para impulsar la iniciativa. Ahora, hace falta que esta tan difundida universalización de la salud no venga con una trampa por detrás, como suelen ser las últimas leyes, si meditamos un poco quien pagaría la salud de todos los peruanos, la respuesta debiera ser los propios peruanos. Pero como podría ser cierto esto si esta aumentando la cifra de desempleados a diario, si enfrentaremos un TLC que arruinará la economía de los pequeños y medianos agricultores (mayor fuerza laboral de la patria), descendiendo su capacidad adquisitiva. ¿Cómo enfrentar la gratuidad, si la libra de cobre ha bajado de 4 a 0.80 dólares? ¿Cómo si en dos años y medio de bonanza (dicho por el gobierno) no se ha resuelto la accesibilidad y gratuidad en salud, cuál es la garantía de hacerlo en dos años y medio de crisis internacional, cuyos estragos ya nos golpean? Esperamos que la solución a la universalización de la salud no pase por el obligado rubro público-privado, que sólo asegurará a una población con posibilidades de pagarlo, pues los beneficiarios serían los que tienen posibilidades económicas y por ende, serían la población que menos se enferma, un negocio redondo para las aseguradoras.

SOBRE EL PERIODISMO Y EL PSEUDOPERIODISMO

Vladimir Cerrón Rojas

Decía un filósofo: “Los hombres han sido siempre en política víctimas necias del engaño de los demás y del engaño propio, y lo seguirán siendo, mientras no aprendan a discernir detrás de todas las frases, declaraciones, promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase”.

Atendiendo a los razonamientos de Camilo Taufic, no hay inocencia ni neutralidad en la información, pues es un axioma admitido por las corrientes progresistas y negada por el neoliberalismo cuando apela al concepto trajinado de la “libertad de prensa”.

El poder, siempre tendrá el control de los medios de comunicación. El periodismo, es inseparable de los intereses de clase (opresora u oprimida). Por tanto, no puede estudiarse, desvinculándola de los problemas de dirección social o las relaciones del poder.

Para ello no basta conocer técnicas de comunicación, sino contar con el poder ECONÓMICO Y POLÍTICO necesarios. Un diario progresista en un país neoliberal es poco probable que cuente con los mejores redactores, le será difícil poseer una imprenta con alta tecnología, contará con una distribución poco eficiente, estará excluido de publicidad necesaria, quedará fuera de la competencia y finalmente enfrentará problemas jurídicos, censura, multas, clausuras, embargo y destrucción por bandas armadas.

El periodismo en nuestra sociedad ha devenido en una degeneración mayor, proclaman la famosa “libertad de prensa” y al saber que dichos medios juegan un papel decisivo en la difusión de ideas, estados de ánimo y actitudes derivadas de una ideología, se venden al mejor postor. Lo más cuestionable es que, muchos de ésos pseudoperiodistas pertenecen a la clase social explotada y pasan a ser el títere de los opresores, contra su propia clase.

Pues, la “libertad de prensa” es un concepto inventado por las clases dominantes y bajo este camuflaje esconden sus libertades de ganancia ilimitada, explotación humana y libertad de engañar al pueblo. Esta libertad de prensa es la piedra angular de los que detentan el poder, pueden incluso permitir críticas a su sistema y de esa forma EVITAN estallidos de desorden mayor. Pero la misma puede alcanzar un punto crítico y cuando se torna amenazadora, se suprime sin vacilaciones la prensa opositora y la propia, elimina la supuesta imparcialidad o libertad de los diarios.

El periodismo es parte singular de la superestructura, pues al expresar y formar ideas, los juicios y opiniones, no está ligado sólo con la ideología política, sino que está vinculado también a todas las demás esferas, reflejando y formando la conciencia jurídica, moral, estética, religiosa, antirreligiosa, en suma, la concepción del mundo de la sociedad. Pero su principal misión es la POLÍTICA.

Entonces, ¿Cuál es el camino correcto? Los periodistas deben estimular la alfabetización, educación e información popular. Cuando el pueblo esté mejor educado, se sentirán más presionados a crear una prensa con mejores cualidades, y si no son capaces desaparecerán del “aire”. La prensa progresista debe ser digna, íntegra y autónoma, y estas cualidades redundarán en el respeto de su generación y de las futuras.

En las condiciones actuales, un periodismo progresista tiene el deber histórico de limpiar el espíritu del pueblo, de tanta podredumbre podrida, magalización, malignización, etc., insertada en su conciencia y promocionada desde los pseudoperiodistas.

El periodista progresista debe estar COMPROMETIDO con los pobres. No es un diario neutro, ni cree en la “libertad de prensa”, la “prensa libre” la “neutralidad”, etc. No debe explotar el crimen, el sexo, la calumnia, los deportes, los escándalos, etc., sin medir las CONSECUENCIAS CULTURALES de su difusión, debe buscar la inspiración de confianza, de fe suficiente.