PERU: MADRASTA DE SUS HIJOS

Vladimir Cerrón Rojas

Una de las “fortalezas” de los gobiernos neoliberales, es la escasa transparencia de los contratos públicos con las transnacionales. Según el Contrato de Opción de Toromocho, firmado en el gobierno de Toledo y ratificado por el de García, se convenia que el “Proyecto Minero Toromocho” (PMT) tendrá una vida de 30 años de explotación con una proyección de extracción minera de 150 000 toneladas al día.

Analizando la Ley de Regalías Mineras, según el artículo 2º se entiende por regalía la “contraprestación económica que los titulares de las concesiones mineras pagan al Estado por la explotación de los recursos minerales metálicos y no metálicos”. En el caso de PMT, la “regalía” es en realidad una compensación a los ACTIVOS dejados por CENTROMIN, es decir realmente una venta a largo plazo y a precio irrisorio de la fábrica y no la verdadera regalía que debía pagarse, en su concepto propiamente dicho.

En su artículo 3º de refiere que la misma “será pagada sobre el valor del concentrado o su equivalente, conforme a la cotización de los precios del mercado internacional”. El contrato reza que para un precio de cobre igual o inferior a US$ 0.80/Lb, debe pagarse una regalía de 0.51% (porcentaje de regalía mínimo) y para un precio de cobre igual o mayor a US$ 1.1/Lb, deberá pagarse con una regalía de 1.71%.

Actualmente el precio internacional del cobre es de US$ 3.67/Lb, sin embargo Minera Perú Cooper (MPC), solo pagará al Perú regalías equivalentes a 0.51 %.Tanto es el requerimiento de cobre en el mundo que el yacimiento Las Bambas, no pudo licitarse en 30 años y recién el 2004 se concesionó cuando el precio del cobre ascendía a US$ 1,30/Lb. Caso similar paso con los proyectos Chapi y La Granja.
Para los Juegos Olímpicos 2008 en China (primer consumidor de cobre), necesitan instalar miles de kilómetros de tendido eléctrico y cañerías, lo que demandará altas cantidades de cobre y el subsiguiente incremento de su precio.

Con respecto a la Gran Minería, en su artículo 5º menciona que aquellos proyectos de tercer rango por el exceso de USD 120 millones anuales pagan el 3%. Este debiera ser el caso de PMT, sin embargo el gobierno ratificó la regalía inicial, aduciendo estabilidad jurídica, pese a que la ley ya estaba vigente.En el mismo artículo para el caso de los minerales cuyos precios no cuenten con cotización internacional pagaran el 1%, una ley que la pequeña y mediana minería lo cumplirán obligatoriamente. En este rubro, contra nuestros connacionales, la ley si es enérgica y se respeta.

Aún suponiendo que MPC pague regalías de 1.71% (cuando en realidad debe pagar 3%), en el cuadro adjunto se ve que lo que dejará de percibir el país y la Región Junín, un promedio USD 30 millones anuales; es decir que la "donación" (fideicomiso) de USD 15 millones que MPC hizo para la construcción de la Planta de Tratamiento de Efluentes Ácidos del Túnel Kingsmill, equivale a lo que dejan de dar en medio año.

Para una vida de 30 años del proyecto y una producción minera de 150 000 toneladas al día, el Estado dejará de percibir en promedio, USD 886 millones. En un país con tanta pobreza no se puede permitir este tipo de “contratos” ni de “funcionarios”.

Cuando debiéramos esperar un incremento de las exportaciones, ingresos fiscales y transferencias de canon para los gobiernos subnacionales, paradójicamente nuestra explotación por el capital internacional se incrementa. Más adelante cuando exista superproducción de cobre, el mismo bajara de precio, afectando nuestra economía. Las empresas nacionales (pequeña y artesanal minera) desaparecerían o quebrarían y el desempleo y extrema pobreza aumentará.

Estamos en la completa orfandad, mientras tengamos un gobierno central y regional que no defiendan nuestros recursos, frente a una empresa que se atreve a rotular Minera “PERU” Cooper.