lunes, mayo 04, 2015

CAPÍTULO VI: LAS LUCHAS POR LA REORGANIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD (Libro del Dr. Vladimir Cerrón Rojas)



Marco legal

La Ley Nº 13417 promulgada el 8 de abril de 1960 creó el CIU, organismo constituido por los rectores de las universidades, encargado de tratar los problemas que atañen en común a las mismas, facultándolo a formular las recomendaciones correspondientes. Esta ley tuvo vigencia hasta el 18 de febrero de 1969, fecha en que se expide el Decreto Ley Nº 17437: Ley Orgánica de la Universidad Peruana, la cual define en su Art. 1° que la Universidad Peruana es el conjunto de todas las universidades del país, integradas en un sistema unitario; y en su Art. 11° crea el Consejo Nacional de la Universidad Peruana (CONUP) como el "Organismo Máximo" representativo y de dirección del Sistema Universitario, siendo su primer presidente el ingeniero Carlos Vidalón, elegido el 22 de febrero de 1969 (221). A éstos le continuaron la Comisión Nacional Interuniversitaria (CONAI) y la Asamblea Nacional de Rectores (ANR).

Estas leyes permitían y permiten actualmente, la intervención en las universidades por autorización de su consejo rectoral. Estas facultades eran del conocimiento de la FEUNCP y con el respaldo de algunos docentes progresistas lucharon, primero por la intervención y luego por la reorganización de la UNCP, mediado por el CIU y luego por el CONUP.
Primera reorganización 1961

La Junta de Catedráticos de la UCCP, expresión docente del aprismo, decide contradecir al Dr. Javier Pulgar Vidal al ver que la nacionalización y la posterior reorganización eran inminentes e incontenibles, planteando una medida populista con el afán de recuperar credibilidad, adeptos y simpatizantes. Es así como el 27 de marzo de 1961 se declaró la primera reorganización de la universidad constituyéndose la Junta Provisional de Reorganización, la misma que estaba integrada por docentes de reconocida trayectoria aprista, entre ellos Nilo Arroba Niño. Más adelante, este acto al que el Dr. Pulgar Vidal denominó “desleal” entre compañeros partidarios, motivó su alejamiento de la vida institucional de la UCCP, aduciendo que se había faltado a su autoridad. Esta Junta Provisional de Reorganización, como era de esperarse, solamente fue una parodia de reorganización, no tuvo mayor trascendencia que precipitar la renuncia del rector Pulgar el 7 de noviembre de 1961.

Ante la renuncia del Dr. Pulgar Vidal y nacionalizada la universidad, en cumplimiento con el Art. 3º de la Ley 13827, promulgada el 2 de enero de 1962, se creó una Comisión Reorganizadora mediante la Resolución Suprema del 20 de enero de 1962, bajo la presidencia del Ing. Succar Rahme e integrada por funcionarios, profesores y alumnos, la misma que contaba con mayoría aprista. Esta comisión nombró como encargado de la universidad al Ing. Manuel Carranza Márquez (Huancayo y filiales) y al Dr. Oscar Herrera Marquis de la filial de Lima” (391).

Como era de esperarse, nuevamente este intento de reorganización estuvo condenado al fracaso, no pasó a ser más que una pantomima, al no tener el soporte moral que la comunidad universitaria y la sociedad huancaína reclamaban de una comisión con tales fines. Dicho en otras palabras, tanto en el intento de reorganización de 1961 y de 1962: el Apra tratando de reorganizar al Apra en la Universidad, el Apra contra el Apra pero sin perder el poder, en medio del negociado y la corrupción.

Segunda reorganización 1964

Muchas personalidades y el pueblo de Huancayo iniciaron y apoyaron la reorganización integral de la universidad. El abogado Dr. Sergio Quijada Jara, historiador y divulgador de la cultura popular andina, declaraba el 21 de marzo de 1964: “Conviene que rápidamente se reorganice en todos sus aspectos, hay personas que deben ser quemadas en una hoguera, debe moralizarse, limpiarse y barrerse el personal que existe”. Asimismo, Ricardo Tello Devoto, autor del libro Historia de Huancayo, expresó: “La Universidad debe reorganizarse por el bien de nuestros estudiantes” (61). Estos reclamos fueron una sumatoria a la iniciativa de la FEUNCP.

Tras el caos administrativo y moral que reinaba en la universidad, el 7 de mayo de 1964, el Consejo Universitario aceptó la renuncia del ingeniero Manuel Carranza Márquez y nombró como rector interino a Nilo Arroba Niño (74). Más de lo mismo. Frente a este desgobierno, las pugnas de las FEUNCP y las críticas de la población, el CIU decide intervenir la universidad, reorganizándolo bajo una comisión en la que estuvo al mando el Dr. Efraín Morote Best, rector de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.


Un grupo de docentes recuerda que en el año 1964 el Apra inició una campaña de desprestigio contra los miembros de la Comisión Reorganizadora de la UNCP, acusando a su presidente, Dr. Efraín Morote Best, de comunista (107). Más adelante esta acusación involucró a los docentes Augusto Cruzatt Añaños, Ramiro Matos Mendieta, Roberto Arroyo H, Juan Murrugarra y Fernando Chaúd Gutiérrez. Al respecto, una carta aclaratoria de los docentes invoca a la reflexión, en un diario local, el 22 de noviembre de 1968: “Es la misma maquinaria que prepararon en 1964, para acusar de comunista y frustrar la reorganización que presidía el Dr. Efraín Morote Best, y es de conocimiento general. Si es comunismo pedir la reorganización de la U, entonces todo Huancayo es comunista, incluyendo a las instituciones y autoridades que la pidieron. En conclusión, el sambenito de comunista vienen utilizando para calificar a las personas que no comulgan sus ideales políticos” (151). La comisión reorganizadora presidida por el Dr. Morote, instalada en mayo de 1964, producto de la campaña mediática y de la complicidad de los estudiantes y autoridades apristas, recibió un duro revés que la hizo fracasar en su intento de moralizar la universidad, conllevando a la renuncia de su representada. La corrupción había triunfado y delinquía con toda la impunidad.

Sin embargo, el cinismo de Nilo Arroba lo hacía declarar el 18 de junio de 1965: “La Universidad Nacional del Centro, por propia determinación se encontraba en estado de reorganización, por haberlo acordado así su Consejo Universitario, en sesión del 9 de mayo de 1964, fecha en la cual se nombró un Consejo Coordinador que finalmente dio muestras de su inoperancia, motivo por el cual fue dejado sin efecto por el Consejo Universitario en sesión realizada el 9 de noviembre de 1964” (254).
 


Tercera reorganización 1965

En estas circunstancias ocurrió un fraude en el Concurso de Cátedras de la Facultad de Educación. En mayo de 1965 al médico cirujano Dr. Gottardo Agüero Jurado sorpresivamente no se le declaró ganador del concurso en la cátedra de Psicología, lo cual condujo a que los alumnos muestren su descontento y pidan al Consejo Universitario un pronunciamiento al respecto. Las respuestas del rector encargado y del Consejo Universitario fueron totalmente adversas, aduciendo que el epidemiólogo Dr. Agüero, trabajaba nombrado y a dedicación exclusiva en el Área de Salud de Junín, por tanto, estaba impedido de ejercer cualquier función o actividad ocupacional remunerada y además no contaba con título profesional de la especialidad a la que postuló (254).

El 24 de mayo de 1965, Jaime Cerrón Palomino y Basilio Álvarez Alvarado, a nombre del Centro Federado de la Facultad de Educación, emiten el siguiente comunicado: “Que, el Consejo Universitario de la UNCP, hasta la fecha no ha reconsiderado el pedido del Dr. Gottardo Agüero Jurado, en el sentido de que se le declare ganador del concurso en la Cátedra principal de Psicología, por haber presentado sus documentos de acuerdo a los dispositivos universitarios. Que, esta evasiva obedece al manido afán de no considerársele como candidato a Decano, de acuerdo al artículo 25 de la Ley Nº 13417 y del Art. 81 de los Estatutos de la Universidad. Que, el Dr. Gottardo Agüero, es el único catedrático que viene ejerciendo la docencia en la Universidad, por más de cinco años. ACUERDA: Dar un plazo de 48 horas al Consejo Universitario, para que contemple la reconsideración. De no declararse al Dr. Gottardo Agüero, ganador del concurso, los alumnos iniciarán una HUELGA INDEFINIDA, a partir del miércoles 26, a horas 8 a.m. Solicitar el apoyo de la FEUNCP y de la FEP, para que se solidaricen con nuestros justos reclamos. Desconocer todos los acuerdos del Consejo Universitario que se tomen a partir de hoy, mientras no resuelvan este agudo problema” (276).
  
Los datos que sustentaban la imposibilidad de ser declarado ganador del concurso de cátedras al Dr. Gottardo Agüero fueron proporcionados por el prestigioso académico Dr. Andrés Bello E, quien se desempeñaba como director de Normas y Supervisión, respondiendo a un informe sobre el Dr. Agüero solicitado por el rector de esta universidad (254). Es en estas circunstancias que el día 26 de mayo se tomó el local de la Facultad de Educación y el Centro Federado decretó una huelga. Jaime Cerrón, secretario general del Centro Federado de Educación, declaró dos días después de la toma en un diario local: “Mientras las autoridades persistan en su propósito de no admitir como ganador de concurso en la Cátedra de Psicología al Dr. Gottardo Agüero, igualmente continuaremos si el Dr. Agüero no es considerado candidato a la Decanatura de Educación” (254).

Ante esta situación, el 9 de junio de 1965, la FEUNCP respondió al rector Nilo Ángel Arroba Niño, manifestando que si bien son legales los impedimentos en la no aceptación del Dr. Gottardo, esto es justificable: “Dentro de un clima donde reine la armonía, la moral y la legalidad; pero caprichosos en este caso cuando se mira la paja en el ojo ajeno y no la viga en la suya. Luego, el 1º de junio, se declaraba al Dr. Waldemar Espinoza, Encargado de la Decanatura por un mes; cargos usuales y de costumbre en esta Universidad, forma muy fácil y mañosa de burlar las barreras de la Ley. Dos días después de este hecho la Facultad de Ciencias Sociales se declaraba en huelga indefinida; las razones tenían otras formas, pero en esencia eran las mismas que en la Facultad de Educación se pidió la renuncia de Manuel Zegarra Russo y de Ud.; cómo permitir un caso verdaderamente de Ripley un catedrático que nada enseña en la Facultad, sea miembro del Consejo de la misma, pero no tan raro en esta Universidad, pues hay una larga lista de catedráticos que cometen la misma inmoralidad, el que tiene más derecho de pasar a las páginas de la historia de la burla, de la inmoralidad y del descaro es el señor ingeniero Eugenio Tejada, integrante de diez Consejos de Facultad. Siguiendo el ritmo de los acontecimientos la Facultad de Arquitectura, Económicas, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Industrial y Administración, también entraban en huelga indefinida, siete facultades, Señor Nilo Arroba, más de dos millares de alumnos burlados, más de dos millares de alumnos que estábamos decididos a terminar con todo un proceso de descomposición y exterminar con los gérmenes infecciosos” (267).

La respuesta del rector Arroba no se hizo esperar: “Frente a estos actos de presión, el rectorado anunció que el pedido de reconsideración planteado por el Dr. Agüero no sería tratado por el Consejo Universitario, mientras que los alumnos no depusieran su actitud de fuerza”. Este acto soberbio del rector trajo como consecuencia que las otras facultades se incorporaran a la huelga indefinida. A los dos meses de la medida de lucha, el 3 de junio, el Consejo Universitario en sesión recesaba por 30 días el dictado de clases en las facultades que se encontraban en huelga. El receso trajo como consecuencia la agudización de los problemas, la FEUNCP acordó “Decretar la huelga indefinida, plantear la reorganización integral de la Universidad, desconocer los Estatutos de la Universidad, pedir la renuncia irrevocable del Encargado del Rectorado Contador Público Nilo Arroba niño y del Ing. Manuel Zegarra Russo, realizar la marcha de la reorganización a la capital de la República, realizar un mitin e iniciar una huelga de hambre” (254).

Con fines de elevar su alicaída imagen, Nilo Arroba trató de justificar ante la opinión pública, el 18 de junio de 1965, las bondades de su gestión: “En 1964 la Universidad contaba con un presupuesto de 13290000.00. Para 1965 la Universidad cuenta con un presupuesto financiado en 34054000.00; al mismo tiempo que ha recibido ayuda de empresas particulares (donación de la Compañía Cerro de Pasco de 20 hectáreas de terrenos donde en el presente año se empezará a construir la Ciudad Universitaria); de embajadas de países hermanos: 600 volúmenes para las diferentes bibliotecas, becas de perfeccionamiento para alumnos y profesores; de Organismos Internacionales de Desarrollo: vajillas, menaje y alimentos para el comedor de estudiantes, un tractor y libros para la Oficina de Promoción Comunal. En este momento los organismos internacionales de crédito están estudiando una solicitud de préstamo que la Universidad ha formulado con el fin de cubrir el costo de la construcción y equipamiento de la Ciudad Universitaria” (254). Estas declaraciones eran demagógicas, si consideramos, solamente, que la Ciudad Universitaria se empezó a construir en el año 1970.

Ricardo Bohórquez Hernández y Eugenio Díaz, ambos dirigentes de la UEU, fieles a las directivas del rectorado y enemigos de la federación estudiantil, con fines de desalentar la lucha estudiantil, el 8 de julio de 1965, emitieron el comunicado siguiente: “Que a pesar de este rotundo fracaso, los dirigentes de la FEUNCP, aún no levantan la huelga, persistiendo en su equivocada actitud, la que perjudica principalmente a los estudiantes. Desconocer la huelga decretado por la FEUNCP, porque podría originar el RECESO POR EL RESTO DEL AÑO ACADÉMICO, de las facultades en conflicto. Hoy jueves se reinician indefectiblemente las clases en la Facultad de Educación. De no concurrir los alumnos, esta Facultad sería recesada” (270).

Todas sus reacciones resultaron fallidas, puesto que el 16 de junio de 1965, los estudiantes de la universidad se encontraban en plena marcha de sacrificio rumbo a la Normal de La Cantuta (Lima). Durante la jornada la policía detuvo a dos de los integrantes (21).

El complot y la calumnia para evitar la reorganización, enfiló sus baterías sobre los dirigentes de la FEUNCP. Así, el 24 de julio de 1965, el rector Nilo Arroba declaraba haber recibido amenazas manifestando que le volarán su casa y según él, por haber denunciado la infiltración comunista en la UNCP y las vinculaciones de los estudiantes extremistas con las guerrillas que operan en Pucutá (37). Estas acusaciones y calumnias abonaron el terreno para la represión en la universidad, que finalmente trajo como consecuencia, más adelante, el arresto de Fernando Romero Villanes.

Los enfrentamientos armados entre grupos estudiantiles de tendencias políticas antagónicas, era el otro método de amedrentamiento. Este fenómeno entre izquierdistas y apristas se daba en el panorama nacional. El 30 de noviembre de 1967 la Universidad Nacional de Trujillo es tomada por los estudiantes tras un enfrentamiento, dejando un triste saldo de dos heridos de bala y 16 catedráticos rehenes (17).

Intento de reorganización por las fuerzas vivas 1968

Las comunidades campesinas, sindicatos, gremios magisteriales, profesionales y estudiantiles, así como, la Federación de Alcaldes de Huancayo, pidieron la reorganización de la universidad (30) y es así como las fuerzas vivas del departamento de Junín propician el Comité Pro Reorganización de la UNCP, el 16 de octubre de 1968 (16).

Estos intentos de reorganización encontraron una tenaz resistencia a sus pretensiones por las autoridades universitarias, quienes adujeron la autonomía universitaria. El presidente del Consejo de Facultad de Ciencias Económicas y Comerciales de la UNCP, el aprista Eugenio Tejada Rodríguez, emitió un comunicado el 28 de octubre de 1968, desconociendo a las personas e instituciones que participaban en el citado comité reorganizador, por ser elementos extraños a la universidad, y por tanto, desconocedores de lo que es una institución universitaria (134). A esta posición se sumó el 25 de octubre, el presidente del Consejo de Facultad de Zootecnia, Dr. Joaquín Chivílchez Chávez (171).

Hermógenes Casaverde Río un exmilitante aprista y concejal del Municipio Provincial de Huancayo, el 30 de octubre de 1968, manifestó que dicha institución sí apoyará la reorganización por ser el “producto de la angustia estomacal que aflige, confunde y consume a la Asociación de Catedráticos de la UNCP que, en la convicción sincera y dolorosa de que, si la reorganización se produce, tendría que afectarlos profundamente comprometiendo con gravedad su presente y porvenir económicos, en razón de que solamente en esta Universidad ha podido darse refugio a tanta incapacidad, a tanta impreparación, a tanta inmoralidad con concursos de papeles llamado demérito y no de inteligencias y competencias por conveniencias políticas” (165).

Al respecto de las manifestaciones de las autoridades universitarias mencionadas y otras, el 31 de octubre de 1968, el Comité Pro Reorganización de la UNCP, manifestaba: “El Comité declara que quienes han violado la autonomía universitaria son las actuales autoridades universitarias pues ellas han entregado la Universidad al partido aprista, que lo viene usufructuando como si fuese de su propiedad privada” (157). Asimismo se manifestó en contra de la ratificación, el 2 de septiembre, en el cargo de rector de Nilo Arroba Niño.

Como respuesta a la reorganización planteada por las fuerzas vivas, el 1 de diciembre de 1968 aparece una publicación periodística local donde se pone en claro manifiesto la adhesión de los alcaldes provinciales y distritales (de filiación aprista, elegidos a “dedo” por el alcalde provincial) hacia el gobierno actual de la universidad. Paradójicamente, entre los firmantes puede identificarse al alcalde del distrito de Santiago León de Chongos Bajo (aquel entonces distrito huancaíno), Sr. Arturo Cerrón Gutarra, padre de Jaime Cerrón Palomino (269).

Comisión reorganizadora Chivílchez 1968

Frente a las iniciativas extrauniversitarias, las luchas de la FEUNCP y la opinión pública en el afán de reorganizar la universidad, no le quedó a la universidad otra salida que crear su propia Comisión Reorganizadora que lo presidió el Dr. Joaquín Chivílchez. El 4 de septiembre de 1968, la Comisión Chivílchez logró contar con poderes ejecutivos para la reorganización de la UNCP (110), pero hay que considerar que Chivílchez era el sustituto inmediato de Arroba. Esta comisión podría entenderse de la siguiente manera, la pelea entre apristas por el poder de la UNCP.

El día 20 de septiembre de 1968, el ingeniero Juan Julio Quiñe demuestra y emplaza con diversos recortes periodísticos, que en el año 1964 Arroba había declarado no reunir los requisitos para ser nombrado rector de la universidad (53), por lo que procede a denunciar a Arroba ante los tribunales y además, junto a Maurilio Arriola Grande, agregó que el exrector Manuel Carranza debía cumplir su período rectoral hasta el mes de junio de 1967. Quiñe, intuyendo el futuro fraude de la Ley Arroba, declaró que para la nueva elección del rector de la universidad ya no sólo se regiría por la Ley 13417, sino también, por sus modificatorias 14787 y 15055 y el Estatuto respectivo (158).

Como parte de una pantomima, el 21 de noviembre de 1968, la Comisión Chivílchez emitió una resolución en la cual mencionaba que ningún catedrático podría renunciar ni viajar al extranjero hasta que se aclaren las denuncias por corrupción (18). Ésto le trajo confrontaciones con Nilo Arroba Niño. El 27 de noviembre de 1968, en acalorada Asamblea Universitaria, Nilo Arroba y Chivílchez renunciaron a sus cargos. El primero acusaba al segundo de ser capitán de las FFAA y que el régimen de Velasco lo apoyaría en su ambición de ser rector, pero frente a esta denuncia y para mostrar su imparcialidad, Chivílchez renuncia al cargo de vicerrector. El rectorado fue encargado interinamente al decano más antiguo, Dr. José Bravo Gurt (91), el 22 de noviembre de 1968.

El día 14 de diciembre de 1968 se dictó detención provisional y fue encarcelado Nilo Arroba Niño por orden de la jueza Luz Duarte de Véliz al habérsele encontrado pruebas de falsificación de firmas (28). Al día siguiente se dictó sentencia sobre las acusaciones a Arroba Niño por el fiscal Ciro Rodríguez Arce, quien inicialmente quiso inhibirse de la causa, pero el Tribunal Correccional no se lo aceptó (20). El 22 de diciembre se dictaminaba una orden de embargo contra Arroba Niño y el 23 de diciembre el rector de la UNCP, Nilo Arroba Niño, estaba internado en la Cárcel Pública de Junín (24,25).

Arroba en su calidad de militante aprista y al haber respondido a las directivas del partido, era visto como una especie de “mártir” y merecía la protección legal del partido, por lo que se le asignó como defensa al abogado Moisés Tambini del Valle, quien lo excarcelaría mediante una fianza. La defensa legal de la UNCP fue asumida por los abogados defensores Hermógenes Casaverde Río, Oscar Bernuy Gómez y Everardo Getsemaní (27).

Comisión reorganizadora 1969

El día 25 de enero de 1969, Nilo Arroba enfrentaba una instructiva en el Juzgado de Vacaciones de Huacho, asesorado por Moisés Tambini del Valle (48).El 25 de febrero de 1969 la UNCP instaló nuevamente otra comisión reorganizadora, presidida, paradójicamente, por Nilo Arroba Niño y con fines de amortiguar las críticas políticas, aprueban la construcción de la Ciudad Universitaria (38). El 20 de marzo de 1969, el médico veterinario Joaquín Chivílchez renunció a esta Comisión Reorganizadora de la UNCP para la cual había sido elegido miembro (112), al olfatear que podría ser el próximo rector. El entonces aún vicerrector de la universidad, Joaquín Chivílchez, el 13 de abril de 1969 emitió un pronunciamiento sustentando su desconocimiento al rector Nilo Arroba Niño con las siguientes expresiones: “Se desarrolló una política típicamente antiuniversitaria, confundiendo la administración universitaria con la administración de un feudo político o de una hacienda particular y de provecho privado o vegetativo” (36) y amparado en la Ley Universitaria, el 18 de abril de 1969 asume el rectorado, aunque la comisión reorganizadora no lo reconoce. Para ese entonces, Nilo Arroba y Alejandro Aliaga se hallaban prófugos (78) al ser requeridos nuevamente por la justicia. Así, el 17 de abril, Joaquín Chivílchez asumía el rectorado frente al impedimento legal que tenía Arroba Niño y anunció una nueva comisión reorganizadora, pero la comisión reorganizadora presidida por el Dr. José Bravo Gurt, anunció que tomaría el control de la UNCP (99). Esta comisión tuvo escasa e infructuosa existencia. Mientras se daba esta comedia, el Ing. Renán Ruiz era trasladado de la Cárcel Pública al Hospital El Carmen, aduciendo una enfermedad intestinal y bronquial (99).

Al producirse la fuga de Arroba y Aliaga se instaló otra comisión reorganizadora, presidido por Joaquín Chivílchez, la misma que estaba integrada por los doctores Ramiro Matos Mendieta, R.P. Bernardo Rea Ravello, C.P. Marino Sagástegui Padilla, Arq. Max de la Peña, Waldemar Espinoza Soriano y Adriel Osorio Zamalloa, entrando en función el 23 de abril de 1969 (365). Esta comisión tenía las siguientes facultades:

    1. Formular el Reglamento General de la Universidad.
    2. Formular los planes de funcionamiento y desarrollo de la Universidad, incluyendo en estos últimos la creación o supresión de programas académicos.
    3. Orientar, supervisar y evaluar el proceso académico de la Institución.
    4. Formular el presupuesto de la Universidad.
    5. Otorgar títulos profesionales, grados académicos y distinciones universitarias.
    6. Revalidar títulos, grados y estudios, de conformidad con lo prescrito en el Art. 92.
    7. Nombrar a los Directores de Programas Académicos.
    8. Nombrar a los Profesores de acuerdo al resultado del Concurso de Méritos.
    9. Nombrar a los Jefes de Departamento y Jefes de División, de acuerdo a los resultados de la elección correspondiente.
    10. Aprobar la contratación de profesores.
    11. Recesar la Universidad si se producen graves alteraciones de la disciplina que perturben su marcha normal.
    12. Aceptar legados y donaciones.
    13. Ratificar acuerdos con otras universidades.
    14. Establecer el régimen disciplinario.
    15. Resolver los conflictos internos.
    16. Conocer y resolver todos los demás asuntos no encomendados específicamente a otras autoridades universitarias.

El día 1 de mayo de 1969, la jueza Duarte de Véliz, esposa de Jesús Véliz Lizárraga, resuelve ordenar la libertad condicional de Arroba, el mismo que se “puso a derecho” a pocas horas y además se encontraba en la Clínica Ruhr, donde se había sometido a una intervención quirúrgica (76).

El encarcelamiento de Arroba y las ambiciones de Joaquín Chivílchez, sumieron a la comisión en el descrédito total, abriéndose el paso a otro intento de moralización.

Comisión reorganizadora Alarco 1969

El CONUP declaró nuevamente la reorganización de la UNCP, mediante Res. Nº 31-69, de fecha 4 de mayo de 1969 y nombró como presidente de la Comisión Reorganizadora al Dr. Luis Felipe Alarco y a sus demás miembros, el Ing. Juan José Ibarra y el Dr. Roberto Koch Flores (273,268). Esta comisión declaró el 20 de mayo de 1969: “El vicerrector Joaquín Chivílchez, quien ha llevado al caos nuestra institución, desconociendo al Rector de la Universidad, usurpando funciones de gobierno y tomando medidas arbitrarias. Es de conocimiento público que el Dr. Joaquín Chivílchez, ofreció reiteradamente dejar el cargo de vicerrector. Condicionó su renuncia a que el señor rector contador público Nilo Arroba, presente su renuncia ante los miembros de dicha Comisión Informante. Entre tanto el Dr. Joaquín Chivílchez en despecho de su compromiso, no aceptó a los requerimientos y propósitos conciliadores de los miembros de la Comisión Informante del CONUP. En su pertinaz actitud de descrédito, el Dr. Chivílchez, comienza a propalar noticias tendenciosas de que los profesores apristas desean y apoyan el receso de nuestra Casa de Estudios, con el propósito de que queden impunes las responsabilidades señaladas en el Informe de Auditoría. La Comisión Reorganizadora de la UNCP denuncia públicamente que el único culpable de un posible receso de nuestra casa de estudios sería el Dr. Joaquín Chivílchez” (282).

Ante estas imputaciones, el 22 de mayo de 1969, Joaquín Chivílchez renunció al cargo de vicerrector de la UNCP ante el CONUP, en la persona del ingeniero Carlos Vidalón Gandolini, rector de la Universidad Agraria (283). El 21 de mayo de 1969, el prestigioso historiador cajamarquino, famoso por sus escritos sobre la cultura huanca, Dr. Waldemar Espinoza Soriano era rectorable en nuestra universidad (214), incluso había llegado a ser vicerrector académico, pero intereses subalternos atentaron esta saludable opción. Es así que el 26 de mayo de 1969, el ingeniero Juan Julio Quiñe Navarro asume el rectorado en conformidad con la Ley Orgánica de la Universidad (45).

Las confabulaciones apristas no se hicieron esperar, llegando al extremo de desconocer al rector y que la comisión reorganizadora representada por el Dr. Alarco declare el 5 de junio de 1969: “El CONUP en que se nombra la Comisión que presido, se me confieren atribuciones de rector, con amplios poderes para realizar la tarea confiada... Declarará en completa reorganización la Universidad Nacional del Centro” (168). El 2 de agosto de 1969, el presidente del CONUP, Ing. Werner Gorbitz, rector de la Universidad de Trujillo, se limitó a someter a estudio algunos informes con fines de la aprobación final sobre la reorganización (238).

Para contrarrestar el caos, el 18 de septiembre de 1969, la Comisión Reorganizador de la UNCP quedó convertida en la primera Comisión de Gobierno, que lo presidiría el mismo Dr. Luis Felipe Alarco. Sus demás miembros fueron el vicepresidente, Ingeniero Juan Ibarra, el Consejo Ejecutivo lo formaron los doctores: Ramiro Matos Mendieta, Adriel Osorio Zamalloa, Waldemar Espinoza Soriano, Máximo Ramírez y Marino Segástegui (106,163). Los logros que obtuvo esta instancia de poder no fueron trascendentales en la lucha por la moralización y reorganización de la universidad.

Queda claro que para el Apra nunca hubo un proyecto de desarrollo universitario. Lo que sí hubo fue un proyecto político y la UNCP era un medio más en esa aspiración. Este caos motivó la intervención por el CONUP quien recesó por tiempo indefinido la UNCP. Para este proceder tomaron en cuenta el  informe de la Comisión Reorganizadora presidida por el Dr. Felipe Alarco (215). Así, el gobierno universitario se ejerció por sucesivas comisiones de gobierno.

Comisión de Gobierno  de Adriel Osorio 1970: un intento serio de universidad

El doctor Adriel Osorio Zamalloa preside la Comisión de Gobierno el 6 de abril de 1970, en virtud de las Resoluciones 145-70, 230-70, 402-71, 646-71, 42-72-CSR, 1490-73 de aprobación del Informe Final de Reorganización y 1725-74 expedido por el CONUP. En ésta última, de fecha 6 de agosto de 1974, expresa a la letra: “Artículo Único: La Comisión de Gobierno de la UNCP continuará en sus funciones hasta la expedición del Estatuto General de la Universidad Peruana de conformidad con los Artículos 366 y 367 de la Ley General de Educación” (273). El Dr. Osorio Zamalloa gobernó la universidad por más tiempo que el  período ordinario de un rectorado, similar tiempo que estuvo Arroba. Sobre su gestión hay opiniones encontradas, algunos lo acusaban de dictatorial, otros lo respaldaban, pero lo cierto es que esta comisión tiene el membrete de dignidad. En el año 1970, un grupo de catedráticos emitió un pronunciamiento reclamando una universidad digna para Huancayo apoyando a la Comisión Reorganizadora, entre los firmantes resaltan Humberto Rodríguez, Jesús Véliz Lizárraga, Humberto Noriega, Carlos Villanes Cairo, Zenobio Vásquez Mateo, Manuel Baquerizo, Lidio Maldonado Ávila, Eugenio Tejada, Gabriel Gil Arroyo Gutarra, Carlos Carvo, Telésforo León, Simeón Orellana Valeriano, Carlos Lázares Fernández, Víctor De La Barra, Félix Huamán Cabrera, Walter Cornejo Ráez, Mateo Cornejo Monteagudo, César Gavino, Guillermo Ñahui, José Ortiz y Jaime Cerrón Palomino (166).

En esa época, el Dr. Efraín Morote fue designado delegado del CONUP para consumar la ansiada reorganización, pero nuevamente tenía que contrarrestar harta resistencia. Un diario local del 28 de febrero de 1971 guarda el siguiente testimonio: “Rencores políticos que tienen su origen en la Universidad de Huamanga, estaría por originar una “mini crisis” en nuestro Primer Centro Superior de Estudios. Estaría alentado por un  grupo de profesores seguidores de quienes en Ayacucho formaron un bloque contra el rectorado del Dr. Efraín Morote Best y hoy corren el peligro de no ser ratificados. A ello se estarían uniendo los docentes apristas, remanentes de la purga lograda a través de dos procesos de reorganización, el primero durante el mando del Dr. Luis Felipe Alarco y el segundo justamente con el Dr. Morote”. Continúa: “El Dr. Adriel Osorio respondió que en vista de que, un minúsculo grupo de profesores asustados ante el acto académico de las ratificaciones que se avecina, acaso acosados por su propia conciencia, mencionando: Que son maniobras que tienden a poner trabas a la reorganización de la Universidad, que la cancelación de contratos se hizo ante el deliberado cumplimiento de disposiciones expresas. Se ratificaba asimismo en la decisión de entregar una Universidad reconstruida sobre sólidas bases institucionales y morales”. Finalmente mostraba su respaldo irrenunciable la acción del Dr. Morote, delegado del CONUP, por su acción firme y honesta (235).

Alejandro Zúñiga Asto y Pablo Zafra, ambos apristas, empezaron una dura campaña de desprestigio contra la Comisión de Gobierno y sus integrantes, entre los que se encontraban los docentes, doctores Félix Huamán Cabrera y Waldemar Espinoza Soriano. Espinoza Soriano ocupó la vicepresidencia de la Comisión de Gobierno a la vez que mantuvo la versión que su candidatura al rectorado fue trabada por otra campaña similar, dirigida al parecer por Pablo Zafra (239). Esta campaña se extendió a la comisión interventora del CONUP.

Frente a esta afrenta, el 15 de agosto de 1972, los profesores del Departamento de Humanidades y Ciencias de la Educación y del Departamento de Ciencias Sociales, denunciaron y respondieron contundentemente a los facinerosos: “Se ha llevado a cabo un seudoproceso electoral para elegir los 7 Directores Universitarios, que tenían que constituir la nueva Comisión de Gobierno. Se ha puesto de manifiesto maniobras amañadas que bajo el supuesto gremio de Ingenieros han dado ocasión a un nuevo enquistamiento del Apra en la Universidad, sorprendiendo a la mayoría de profesores. Que el profesor Carlos Lázares y el jefe de práctica Pablo Zafra son personas cuestionadas por los estudiantes, debido a su manifiesta incapacidad académica. Declarar personas nefastas a los señores Carlos Lázares y Pablo Zafra, conocidos agentes de la reacción y el Apra” (181).

Sin embargo, pese a toda esta guerra sucia, los comentarios sobre Osorio no fueron malos. Testimonia esta afirmación un diario local: “El doctor Osorio Zamalloa ha sabido conducir  con gallardía y mano férrea la UNCP desde el 1970 y ahora (1973) acaba de entregar al CONUP el informe final de la Reorganización de la UNCP” (233).

La Comisión de Gobierno no sólo tuvo problemas con los docentes, sino también con la dirigencia estudiantil, que supo afrontarlos sin vacilaciones. El 23 de octubre de 1974, la Comisión de Gobierno de la UNCP expulsó a dos dirigentes de la universidad, los alumnos Ubaldo Mauricio Barzola y Filemón Torres Vásquez, por haber frustrado una cooperación entre la Universidad de La Habana-Cuba, la UNCP y la Comunidad Industrial de Muquiyauyo (231).

La comisión del CONUP evaluaba en todos los aspectos, incluyendo el docente. La comisión estaba presidida por el personero del CONUP Dr. Efraín Morote Best y los profesores: Ing. José Ibáñez Dávila, director universitario de Economía de la Universidad de San Cristóbal de Huamanga y el Dr. Roberto Velásquez López, director universitario de Investigación de la Universidad Enrique Guzmán y Valle. El Dr. Morote manifestó que en el curso de los siguientes días se conocería oficialmente la relación de los catedráticos que no habían sido ratificados por el CONUP, así como, a los que proseguirían prestando sus servicios docentes (240).

El día 30 de enero de 1975, Adriel Osorio Zamalloa ya era el presidente de la Comisión de Gobierno de la UNCP (173), conforme lo había dispuesto el CONUP, pero los alumnos expulsados, dirigentes de la FEUNCP, en el mes de abril de 1975 manifestaron: “Qué móviles guían al Sr. Osorio para negar al Tercio Estudiantil de la Comisión de Gobierno, en los Departamentos Académicos, los Jurados de Concurso de Cátedras. Pretende desconocer los organismos estudiantiles, con claro intento de intromisión en la independencia de los gremios estudiantiles. Expulsó a dirigentes estudiantiles con la falacia de haberse opuesto a un convenio con la Universidad de La Habana, sorprendiendo a la opinión pública. Cuando el irrenunciable derecho de la libre expresión de las ideas lo que hizo la FEUNCP, fuera sentar una posición de no injerencia mutua en los asuntos internos y pedir que el convenio incluyese la provisión de equipos de investigación” (271).

El día 24 de marzo de 1975 se emitió la Resolución 171-75-CG por la Comisión de Gobierno a cargo del Dr. Adriel Osorio Zamalloa, en la cual se acordaba el receso de la UNCP (177). Las razones del receso señalaban la existencia de una gran tensión “provocada por la agitación emprendida por los exalumnos Filemón Torres Vásquez y Ubaldo Mauricio Barzola, con fines eminentemente de política sectaria, cuya finalidad es crear el caos” (200). El 11 de abril de 1975, la Comisión de Gobierno emitió un comunicado público: “El pueblo de Huancayo ha sido testigo del daño que se infringió a la UNCP con la actitud de dos estudiantes irreflexivos y ganados por el sectarismo político, con motivo de la visita de una delegación de autoridades y profesores de la Universidad de La Habana. El Señor Ubaldo Mauricio como Presidente de la FEUNCP conoció los antecedentes del convenio cuando en junio de 1974 en sesión de Comisión de Gobierno se autorizó el viaje a Cuba al Dr. Osorio. Producida la separación de los estudiantes Torres y Mauricio, la Comisión de Gobierno se esforzó en conseguir la rehabilitación en numerosas sesiones. Hasta antes del incidente mencionado, la FEUNCP vino desempeñando un papel constructivo en la reorganización de la Universidad. Después vino su relajamiento dando lugar a que las fuerzas enemigas agazapadas en Huancayo aticen y agudicen la brecha entre las autoridades y la dirigencia estudiantil. Esto culmina con las anómalas elecciones estudiantiles del 17 de enero de 1975 en que son impuestos los señores Torres y Mauricio al margen de las relaciones con el orden legal con las autoridades universitarias en general. Por principio de autoridad por una cuestión moral la Comisión de Gobierno no podía reconocerlos” (184).

El día 16 de abril de 1975, la Comisión de Gobierno emite otro comunicado en los términos siguientes: “En el momento en que se ha levantado el receso (Res. 200-75-CG del 14 de abril de 1975, autorizando el comienzo de la vida académica el 18 de abril) (177) y se viene solucionando los problemas universitarios para iniciar normalmente las labores académicas a partir del 18  del mes en curso, el día de hoy alrededor de las 4 p.m. un grupo de estudiantes encabezados por Hugo Morón Cifuentes, Carlos Agama Púñez, Luis Caso Palpa, Carlos Canzio Álvarez, Marcelo Tadeo y otros dirigidos por el ex alumno Ubaldo Mauricio Barzola, irrumpieron en forma violenta al interior de la oficina del rectorado, vociferando contra el gobierno de la Fuerza Armada, las autoridades universitarias y al mismo tiempo lanzando huevos con sustancias químicas agrediendo con propósito y manifiesta intención homicida al Dr. Adriel Osorio Zamalloa, a las autoridades y profesores presentes. Después  de este hecho cobarde y bochornoso y antiuniversitario los autores se dieron a la fuga en forma precipitada cubriéndose el rostro. Incluso han organizado el llamado Frente de Defensa de la Universidad, con fines estrictamente de agitación política y SECTARIA, cuando fue recesada la Universidad” (178).

El día 17 de abril la actitud estudiantil mereció el rechazo por los docentes de los departamentos académicos de Ciencias Sociales, Humanidades y Ciencias de la Educación; Matemáticas y Física; Biología y Zootecnia; Económicas y Administrativas. Firmaron: Carlos Chaud, Rodolfo Vizcardo, Fernando Chaud, Roberto Jara, Serrín Krederdt. Simeon Orellana Valeriano, Eugenia Molina Barriga, Jaime Cerrón Palomino, Alberto Vásquez Tasaico, Zenobio Vásquez Mateo, Julio Díaz Falconí, María del Pilar Espinoza, Carlos Villanes Cairo, Florencio Sánchez Rivera, Nonato Osorio, Víctor de la Barra, Edith Mellado Céspedes y Eugenio Tejada Rodríguez, Aquiles Ladera Tumialán, Julián Quiñonez Hinostroza, Humberto Osorio Mejía  (277).

Como réplica al comentario anterior, el 21 de abril de 1975, Filemón Torres Vásquez, presidente de la FEUNCP, respondió: “Ante esta actitud del Dr. Osorio, el martes 15 la FEUNCP insistió en el diálogo. Entrevistado escamotea el conversatorio arguyendo que no reconocerá a la FEUNCP, ni al Tercio Estudiantil en ningún nivel. La FEUNCP insiste nuevamente el miércoles 16 y el Dr. Osorio responde a la Comisión: “Ustedes son unos imbéciles”. Los estudiantes protestan y el Dr. Osorio encabeza la agresión a los estudiantes, maltratando y ocasionando fuertes lesiones al vicepresidente de la FEUNCP Hugo Morón Cifuentes” (284).

Sin embargo, el gobierno de Adriel Osorio Zamalloa puede considerarse como el intento más serio de gobierno universitario. De los documentos consultados puede señalarse que se tuvo a una buena plana docente como Waldemar Espinoza Soriano, Ramiro Matos Mendieta, Manuel Baquerizo, Jaime Cerrón Palomino, Bernardo Rea Ravello, Sybila Arredondo de Arguedas, entre otros. Es en su gobierno que se publican los Boletines Informativos, Anales Científicos, Revista Proceso con artículos científicos y culturales. Este período también se caracteriza por el avance ideológico de la izquierda.

Ciertamente existió un impase en la sucesión de gobierno, ésto se infiere a raíz de una publicación periodística, la misma que señala que Adriel Osorio entregó la Comisión de Gobierno al Dr. Aquiles Ladera Tumialán ante el notario público Dr. Raúl Peña Martínez, (247).
  
Comisión de Gobierno del Trío Reveca 1975

La trilogía de la corrupción, Renán, Véliz y Carvo, les valió el sobrenombre famoso de Trío Reveca. El mes de septiembre de 1975 se caracteriza por las pugnas electorales para elegir la tercera Comisión de Gobierno. El 2 de septiembre de 1975 postulan por la lista Nº 1, el Frente Amplio de Trabajadores y Estudiantes Universitarios, los profesores Renán Ruiz Gutiérrez, Jesús Véliz Lizárraga, Carlos Carvo Baltazar, Manuel Reyes Cortés, Rodolfo Vizcardo Arce, Luis Cermeño Cano, Lidio Maldonado Ávila, Florencio Sánchez Rivera y Esaú Caro Meza (273). Por la lista Nº 2, postulaban los profesores Carlos Urdánegui Mesía, Gustavo Ramírez Pizá, Raúl Vidalón Robles, Marcos Arias Rodríguez, Carlos Chaúd Gutiérrez, Fabio Gutarra Moreno, Jaime Cerrón Palomino, Oscar Rubio Osorio y Maximiliano Vila Poma (279).

Las elecciones se desarrollaron el 9 de septiembre, eligiéndose la nueva Comisión de Gobierno, integrada por los profesores de la lista Nº 2. El ingeniero Renán Ruiz pidió nulidad de las elecciones y la lista Nº 1 fue reconsiderada y posteriormente proclamada en el gobierno. Renán Ruiz asumió la presidencia de la Comisión de Gobierno; vicepresidente, Jesús Véliz Lizárraga; director de Economía, Luis Cermeño; Personal, Esaú Caro; Evaluación Pedagógica, Rodolfo Vizcardo Arce; Servicios Administrativos, Lidio Maldonado; Planificación e Investigación, Carlos Carvo Baltazar, Bienestar Universitario y Proyección Social, Florencio Sánchez (246).

En el año 1981 el Ing. Héctor Luján Peralta, presidente de la CONAI, recibe el Oficio Nº 105-81-CNI, procedente de Manuel Acosta Jurado (rector de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión) y César Carranza Saravia (rector de la Universidad Nacional de Ancash Santiago Antúnez de Mayolo), en calidad de miembros de la comisión interventora acerca del Proceso Administrativo contra Docentes de la UNCP (400), efectuada contra 11 profesores de la UNCP, mediante Resolución Nº 1302-80-CE, la misma que informaba, entre otros aspectos, que existía una disputa del rectorado entre el Dr. Aquiles Ladera Tumialán y el Ing. Renán Ruiz Gutiérrez, Dr. Jesús Véliz Lizárraga y el Ing. Carlos Carvo Baltazar.

Este incidente comenzó cuando se realizan las elecciones para rector, vicerrectores y directores universitarios, que por impugnación del Trío Reveca, fueron declaradas nulas, mediante la Resolución Nº 5978-78-CONUP, la que además dispuso que el rectorado sea asumido interinamente por el profesor principal más antiguo. Para dar cumplimiento, el Consejo Ejecutivo presidido por el Ing. Carlos Carvo Baltazar y al que concurrieron el Dr. Jesús Véliz y el Dr. Ramiro Montenegro, tomando como referencia documentos cuestionados, cuya autenticidad se puso en duda, y sin indicar el tiempo de servicios llegó a la conclusión que, el profesor principal más antiguo era el Ing. Renán Ruiz Gutiérrez, a quien le entregaron el cargo de rector interino. Esto conllevó a una reacción de Aquiles Ladera quien liderando a un grupo de docentes y estudiantes, tomaron el Local Central de la UNCP el 3 de marzo de 1978, autotitulándose rector interino por considerarse el profesor principal más antiguo a dedicación exclusiva. El 8 de marzo el local fue desalojado por la policía y se reinstaló en el cargo al Ing. Renán Ruiz Gutiérrez.

Jesús Véliz Lizárraga interpuso denuncia penal contra Aquiles Ladera Tumialán por delitos de daños y perjuicios, contra la tranquilidad pública, usurpación de autoridad, violencia y resistencia a la autoridad, contra la fe pública y robo (Expediente L. 13 p 257 Nº 185-78, Primer Juzgado de Instrucción de Huancayo). Continúa el informe de la CONAI, el 18 de abril de 1978 se efectuaban nuevas elecciones para elegir a las autoridades titulares en la que el Ing. Carlos Carvo Baltazar es elegido rector y como director universitario de Personal el Ing. Renán Ruiz Gutiérrez. Una vez en el poder Carvo desató una persecución a sus detractores y para ello acordaron “Someter a Tribunal de Honor a los profesores Aquiles Ladera Tumialán, Ing. Julio Quiñe Navarro, Blgo. Javier Morales Zapata y a los que resulten responsables”. Este tribunal fue presidido por el Dr. Ramiro Montenegro Chávez.

Simultáneamente al trabajo del Tribunal de Honor, el 10 de mayo de 1979 el Tribunal Correccional de Huancayo emitió fallo declarando no haber mérito para pasar a juicio oral contra Aquiles Ladera Tumialán y otros. Inmediatamente conocido este fallo, el Ing. Renán Ruiz interpuso recurso de nulidad contra el Tribunal Correccional de Huancayo. El 20 de julio de 1979, la Corte Suprema ratificaba el fallo del Tribunal Correccional del 10 de mayo de 1979.

En el colmo de la biliosa enemistad, el 23 de mayo de 1979, el rector Carvo denunció ante el Departamento de Seguridad del Estado por el delito de ultraje a la nación y a sus símbolos representativos, a institutos armados y FFPP, contra el patrimonio y contra la tranquilidad pública, a un grupo de profesores que motivó el internamiento de Aquiles Ladera, Simeón Orellana Valeriano, Félix Huamán Cabrera y Corsino Castillo Q. en el Centro de Readaptación Social de Huancayo. Según Walter Ayala también fueron detenidos los estudiantes Elena Julca, Anita Salas, Sebastián “el Negro” y el trabajador Mateo Cornejo Monteagudo, los mismos que fueron liberados luego de diez días y luego procedieron a la demanda contra los ingenieros Renán Ruiz y Carlos Carvo por abuso de autoridad, contra la administración de justicia, contra la libertad individual, peculado y malversación.

El día 13 de junio de 1979, un grupo de 9 profesores denunciaron irregularidades ante el CONUP solicitando investigación y reorganización de la universidad (Exp. Nº 87940) y en el que sindican como principal responsable a Jesús Véliz Lizárraga. En igual tenor, el 15 de julio, el Dr. Aquiles Ladera se dirige al Contralor General de la República (Exp. Nº 06322). El Consejo Ejecutivo presidido por Carvo, decidió la sanción de 11 profesores, algunos de ellos con separación de la universidad mediante la Resolución Nº 1302-80-CE, que contemplaba:

  1. Separación definitiva: Aquiles Ladera Tumialán y Simeón Orellana Valeriano.
  2. Separación por el término de un año: Félix Huamán Cabrera, Juan Julio Quiñe Navarro, Javier Morales Zapata y Corsino Castillo Quispe.
  3. Suspensión por el término de tres meses: Manuel Oyague Vargas, Pedro Sedano Palomino.
  4. Amonestación pública: Alicia Véliz Sedano, Alberto Vásquez Tasayco y Ernesto Rosales Galarza.
  5. Se declara no responsabilidad: Cirilo Ortega García, Edwin Galarza Sánchez, Abdón Vílchez Melo y Donato Hinostroza Cano.

Cuando Carvo y compañía se dan cuenta del grave error que cometieron frente a esta aberración administrativa, desesperadamente emiten la Resolución Nº 1411-80-CE tratando de enmendar la situación, pero ya era demasiado tarde, la CONAI intervino la UNCP. Una de las conclusiones de la comisión interventora, luego de haber demostrado grandes anomalías, fue declarar nulo de pleno derecho el proceso disciplinario contra los docentes de la UNCP.

LA FEUNCP contra el Trío Reveca

En estas circunstancias y frente al intento del Trío Reveca  de perpetuarse en el poder, la FEUNCP  convocó a una movilización que concluyó con la toma del Local Central. Esta toma inmovilizó los planes del trío, los alumnos montaban guardia en todas las dependencias, sobre todo en el Local Central, sede del rectorado. El Apra, partícipe de la violencia como siempre, se propuso la retoma del Local Central bajo el disfraz de un falso Movimiento Comunal del Centro, sorprendiendo en plena madrugada a los estudiantes universitarios apostados en el local del rectorado, pero no se habían percatado que en frente dormía otro contingente de alumnos, armándose un enfrentamiento entre los matones contratados por el Trío Reveca y los estudiantes universitarios. El resultado de este enfrentamiento concluyó con la captura, de parte de los estudiantes, de los mercenarios del Trío Reveca a quienes se les propinó una paliza yendo a parar al hospital y a otros se les confiscó armas siendo puestos a disposición de la policía.

Aquí un resumen de las diligencias efectuadas por la policía: “A. Diligencias Realizadas: Con Oficio Nº 41-SE del 10-SET-80, se solicitó al Dr. Médico Legista de Turno, para el reconocimiento Médico Legal en la persona de Víctor AVILA QUINTO (36) – quien se encuentra internado en el Hospital Daniel Alcides Carrión Sala de Cirugía – Cama Nº 2 – INTERROGATORIO: 1. Interrogado la persona de Lucio MALLQUI QUISPE de 46 años de edad con LE. Nº 4320252 que fue detenido a la altura del parque Industrial cuando retornaba a su trabajo de guardián de la Ciudad Universitaria de donde había sido sacado a horas 01.00 aproximadamente, presumiblemente por el rector de la Universidad NCP, quien le ordenó subir a una camioneta de color verde, porque tenía que colaborar en un trabajo, de acuerdo a lo que escuchó, y luego conducido a un local escolar de la calle Puno pasando la catedral donde se hallaban reunidos unos cuarenta individuos que fueron comprometidos para desalojar a los alumnos que ocupaban el Local Central de la Universidad, desarrollándose esta incidencia totalmente a oscuras por lo que no reconoce a sus interlocutores aparte que se encontraban con los rostros pintados de negro y chalinas, cascos y gorras. Siendo así que al salir estas personas a la calle y tomar por el Jr. Ancash el manifestante se ocultó en el quicio de una puerta e intentó retornar a su trabajo puesto que se encontraba de guardia en una de las garitas de la Ciudad Universitaria; expresa también que no desempeña ningún cargo dirigencial entre los empleados de la Universidad y que es simpatizante de Acción Popular. 2. Interrogado al sujeto Pedro AGÜERO ROJAS (59), dijo: que el día 08.SET.80 a las 09.30 el rector de la UNCP don Carlos CARVO BALTAZAR, se apersonó a su domicilio y le dijo que fuera en la noche al Local Central de la U a desalojar a los alumnos que se encontraban en ese lugar, posteriormente a eso de las 17.30 horas se encontraba bebiendo licor hasta las 20.00 horas donde se encontró con el chofer de la camioneta verde de la Universidad, y le dijo que había que sacar el ómnibus, y con dicho ómnibus fueron al pueblo de Huamancaca a traer personal ajeno a la Universidad, reclutando unas diez personas cuyos nombres desconoce, pero son paisanos del Ing. Carlos CARVO BALTAZAR de los cuales ninguno se encuentra detenido, regresando de dicha localidad a las 00.30 horas del 09-SET-80, para luego dirigirse a la puerta del local del rectorado con 35 personas aproximadamente, comenzando a lanzar piedras…” (412).

Frente a esta coyuntura, que demandaba la defensa de la universidad, se forma el FUTE (Frente Único de Trabajadores y Estudiantes) conformado por: presidente, el Arq. Gustavo Ramírez Pizá (secretario general de ADUNCP); vicepresidente, el alumno Walter Ayala Cárdenas (FEUNCP); secretario de organización, el trabajador no docente Mateo Cornejo Monteagudo (secretario general de SUTRANDUNCP), entre otros. Este frente reforzó la toma del local y se prepararon las ollas comunes para quienes permanecieron en el recinto hasta un espacio de dos meses, tiempo en que se consiguió la intervención de la CONAI para reorganizar la universidad.

Intervención de la CONAI

La CVR acota al respecto: “En la conducción de la UNCP se encontraba una Comisión de Gobierno encabezada por tres personas muy desprestigiadas debido a los grados de corrupción que habían generado en la institución: Renán Ruiz, Jesús Véliz y Carlos Carvo. Este estado de cosas generó voces de protesta y el movimiento estudiantil emergió con fuerza en contra de esa Comisión, realizando en 1980 una toma del Local Central de la Universidad que duraría algo más de dos meses… y que trajo como consecuencia un proceso de reorganización de la Universidad” (359).
Luego de la toma del local, la CONAI intervino la UNCP, conllevando a un largo trabajo de investigaciones al interior de la institución que duró cerca de dos años. Para el 17 de mayo de 1982 el CONAI ponía en evidencia los actos de corrupción generados y defendidos por el Trío Reveca: “Informe de la Comisión de Rectores, encargada del estudio e investigación de los problemas de la Universidad Nacional del Centro del Perú” (401) por el Dr. Manuel Acosta Jurado y el Dr. César Carranza Saravia. Esta investigación se da en virtud a que desde el año 1979 existía un fuerte ingreso de profesores auxiliares (45 en total) y jefes de práctica (11 en total), llegando a las siguientes conclusiones, entre otras: “de los 219 profesores nombrados que viene desempeñándose en la docencia universitaria, 1 profesor (Zócimo Aliaga Orellana) presenta revalidación irregular de un grado académico por un título profesional en la Universidad Nacional de Ingeniería y 4 profesores (Florencio Sánchez Rivera, Graciela Cavero García, Luisa Espinal Valladares y Nonato Osorio Vilca) que ostentaban títulos profesionales de instituciones sin nivel universitario”.

Se apertura otra investigación por la CONAI, quien designa una Comisión de Apoyo, constituida por el Dr. César Llerena H., Ing. Cecilio Albino Rossel, Lic. Tomás Vílchez M. y el CPC. Victorino Casasola, docentes de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión, para efectuar un análisis de los cuatro últimos Concursos de Cátedras que comprenden los años 1976, 1977, 1978 y 1980, con el propósito de establecer su legalidad o ilegalidad. Esta Comisión llega a las siguientes conclusiones:

  1. En algunas convocatorias no se establecieron previamente los requisitos y los puntajes mínimos en el concurso.
  2. El Consejo Ejecutivo asumió atribuciones ajenas a su competencia en los siguientes casos: nombró y contrató a profesores que no alcanzaron el puntaje mínimo en el concurso; adjudicó plazas no convocadas a concurso; declaró desiertas plazas ganadas en concurso y nombró candidatos en plazas declaradas desiertas por la comisión de concurso; adjudicó plazas con diferente dedicación a las sometidas a concurso; nombró a profesores descalificados por la comisión de concurso; y no tuvo en cuenta las propuestas de plazas de los departamentos académicos, adjudicando a perdedores en el concurso de plazas de menor categoría con desplazamiento de sus respectivos ganadores.

Otra investigación de esta comisión incluye lo referente a las irregularidades en la administración del Comité de Administración del Fondo de Asistencia y Estímulo (CAFAE). Del análisis efectuado se llegó a la conclusión que el CAFAE había concurrido en las siguientes faltas:

  1. Contra los deberes de función: no apertura de los libros de Caja y Actas de sesión oportunamente; no renovar el CAFAE anualmente; no cumplir ni hacer cumplir las disposiciones legales y reglamentarias, entre otros.
  2. Malversación de fondos: utilizar el fondo para financiar adelantos de sueldos y préstamos. Entre los meses de noviembre y diciembre de 1977, por disposición del presidente del CAFAE, Dr. Jesús Véliz Lizárraga, se retiró mediante cheques Nº 091106 y 091155 la suma de 1 millón 200 mil soles para adelanto de sueldos al personal administrativo. Mediante cheque Nº 0191168, se concedió un préstamo a favor del Ing. Carlos Carvo Baltazar, quien ejercía el cargo de rector. El 9 de abril de 1979 bajo la presidencia el Ing. Carlos Carvo Baltazar, en la que actuó como secretario el Ing. Esaú Caro Meza en ausencia del titular el Ing. Renán Ruiz Gutiérrez, manifestó que él y su jefe de personal Ing. Renán Ruiz Gutiérrez habían sido invitados a Méjico al Primer Congreso Mundial de Educación para Ingenieros por lo que pedían al CAFAE un préstamo de 150 mil soles, solicitud que fue aprobada.
  3. Usurpación de funciones: desempeñar la presidencia del CAFAE simultáneamente con el cargo de rector.
  4. Abuso de autoridad: habilitar en el cargo a los miembros del CAFAE, por mayor tiempo de lo establecido, para el retiro de fondos, entre otros.

Otra investigación sobre “Irregularidades en el examen de admisión de 1980”, incluye un incidente en el cual, el Mayor de la Guardia Civil, Ángel Zapata Espíritu, mediante su Informe Nº 17-7C-JS.R, con fecha 5 de junio de 1980, advierte: “Se sorprendió en el Pabellón D Aula 22 al Dr. Jesús Véliz Lizárraga, entregando al postulante Plácido Rosales Vicente, con carnet Nº 5448, papeles pequeños con anotaciones al parecer respuestas de examen, hecho que fue comunicado a la Comisión de Admisión. Los papeles fueron requisados cuyas copias fotostáticas se adjuntaron al informe como anexo 1”. La Comisión concluye respecto a esta denuncia: “Ninguno de los hechos contenidos en el informe han sido observados, aclarados o desmentidos por la Universidad, lo que refuerza su veracidad o credibilidad… En el informe se indica al Dr. Jesús Véliz Lizárraga y a otros profesores como autores de las irregularidades” (401).

La misma comisión investigó el nepotismo en la UNCP, en cuyo informe advierte:

1.       Con respecto al Ing. Renán Ruiz Gutiérrez se encontraban laborando Horacio Ruiz Gutiérrez (hermano), Rosa Guevara de Gutiérrez (cuñada), Mercedes García Gutiérrez (prima), Manuel Larraure Rojas (primo), Carlos Vallejos Gutiérrez (sobrino), Olga Angulo Gutiérrez (sobrina), Rosario Gutiérrez Pérez (sobrina) y otros entre primos, sobrinos, amigos personales, compadres y ahijados cuya suma asciende al total de 60.
2.       Con respecto al Ing. Carlos Carvo Baltazar: Oscar Carvo Laura (primo), Fidel Jiménez Galván (primo), Víctor Baltazar Palacios (sobrino), Gloria Lazo de Baltazar, Doris Baltazar y Hugo Baltazar (sobrinos), Edgar Gutarra Baltazar (sobrino), Elmer Ávila Pomalaya (sobrino), Hernán Ávila Pomalaya (sobrino), Lucho Ávila Pichiule (sobrino), entre otros, que hacían un total de 30 empleados.
3.       Con respecto al Ing. Esaú Caro Meza: Elí Caro Meza (hermano), Dina y Obed Caro Meza (hermanos), Gladis Estrada Abregú de Caro (cuñada), Efraín Sauri Benites (cuñado), Raquel Paredes (cuñada), entre otros, que hacen un total de 7.
4.       Con respecto al Dr. Rigoberto Zúñiga Mera: médico del Ing. Renán Ruiz Gutiérrez y que los familiares que trabajan en la Universidad son Layli Maraví Baldeón de Zúñiga (esposa), Ángel y Leonor Zúñiga Mera (hermanos).
5.       Entre otros, también se investigó a Maximiliano Vila Poma, Zócimo Aliaga Orellana, Marcos Arias Gutiérrez, Jesús Véliz Lizárraga, Antonio Cochachi, Eugenio Tejada Rodríguez, Hipólito Bonilla Gavino, Oscar Rodríguez Castro, Teodosio Oré Gómez y Víctor Landa Aliaga.

Esta comisión llegó a la conclusión siguiente: de los informes se deduce que un considerable número de trabajadores tienen vínculos de parentesco y amistad con profesores y autoridades universitarias; que el mayor número de los indicados servidores están vinculados a profesores que han desempeñado el cargo de Primera Autoridad Universitaria, desde el año 1975 (401).

Con respecto a la investigación que precisa: “Renovación de Autoridades” acota y concluye: “Algunos profesores consiguieron ejercer sucesivamente cargos directivos que les permitió participar en el gobierno de la Universidad, el que durante los últimos años no resultó satisfactorio, más bien mereció el rechazo de un sector de profesores, estudiantes y empleados, además de la reacción adversa de diversas instituciones de la localidad”. Esta afirmación alude directamente al Ing. Renán Ruiz Gutiérrez, al Ing. Carlos Carvo Baltazar y al Dr. Jesús Véliz Lizárraga (401).

En conclusión, la gestión del Ing. Renán Ruiz Gutiérrez, del Ing. Carlos Carvo Baltazar y del Dr. Jesús Véliz Lizárraga, estuvo caracterizada por el autoritarismo, la corrupción, la manipulación, el voluntarismo, el nepotismo, el abuso de autoridad, aislamiento de la universidad con el pueblo que la vio nacer, decaimiento académico y derroche económico, bajo la complicidad de los directores universitarios la mayoría docentes, integrantes en aquel entonces del Frente Democrático, fachada del Apra en la UNCP, la mayoría de trabajadores no docentes y el reducido número de estudiantes militantes apristas (402).




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